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Terapias No farmacológicas para prevenir una Muerte Súbita

Cuando, a pesar de la medicación con fármacos, los pacientes continúan con alto riesgo de arritmias letales puede considerarse, de acuerdo a cada caso en particular, la implementación de alguna de las siguientes Terapias No-Farmacológicas de las arritmias cardíacas.

Desfibrilador Automático Implantable

El Desfibrilador Automático Implantable (DAI o AICD, por sus siglas en inglés de Automated Implantable Cardiac Defibrillator), es un dispositivo similar, en su forma, a un marcapaso. Tiene la capacidad de reconocer cuándo se produce una arritmia letal llamada Fibrilación Ventricular. Cuando ello sucede, el DAI emite una descarga eléctrica con lo cual la revierte a un ritmo eléctrico normal (Desfibrilación), evitando de este modo, la Muerte Súbita de la persona (MS abortada).

El DAI es una herramienta muy valiosa para las personas con riesgo alto de desarrollar arritmias graves. Varios estudios científicos han demostrado su éxito en reducir la incidencia de Muerte Súbita mediante esta estrategia. 

El año pasado, en el mundial de futbol de Qatar, se conoció el caso del jugador Christian Eriksen que pudo jugar para su selección ya que tiene un DAI implantado luego de haber sufrido un paro cardíaco en el 2021.

Desfibrilador Automático Implantable

Ablación por Catéter

La Ablación por Radiofrecuencia (AR) es un procedimiento cada vez más difundido para la resolución de arritmias cardíacas. Mediante catéteres se logra localizar las vías de conducción eléctrica del corazón. Utilizando ondas electromagnéticas de alta frecuencia, los médicos pueden destruir aquellas vías de conducción anómalas o los focos de generación de arritmias. 

La tasa de éxito del procedimiento es variable, depende de la arritmia que se trate, de la experiencia del operador y de la tecnología utilizada, entre otras.

Ablación por cateterismo

Denervación Simpática

Es un procedimiento que se aplica en casos de arritmias ventriculares malignas, refractarias a tratamiento farmacológico y con alto riesgo de muerte súbita. Consiste en la resección (simpatectomía) de los ganglios simpáticos izquierdos desde T1 a T5, disminuyendo así la influencia noradrenérgica sobre el corazón. En la serie más larga publicada, se consiguió una reducción >90 % de los eventos cardíacos post denervación.

El inicio de este procedimiento se remonta a la resección del ganglio estrellado. Este procedimiento tenía efectos beneficiosos sobre las taquiarritmias pero, debido a sus efectos secundarios y a su dudosa eficacia, la estelectomía (o ganglionectomía del estrellado) fue abandonada. En 1976 se describió la llamada simpatectomía torácica alta resecando los primeros 5 ganglios simpáticos izquierdos como alternativa. Pero en el año 1996 se comienza a realizar la técnica por vía videoasistida, por primera vez en un caso de Síndrome de QT Prolongado.

La forma de DENERVACIÓN SIMPÁTICA, actualmente más utilizada, es la simpatectomía de T1 a T4 por vía toracoscópica. Entre las variaciones descritas en la técnica, se incluye la sección a un nivel inferior (T2 cranealmente y T5 caudalmente) y el empleo de diferentes tipos de energía (electrocauterio, ultrasonidos). Se realiza también la simpaticolisis en T1 y T5 con sección de todos los ramos laterales como alternativa a la simpatectomía en la DCSI con resultados similares.

Denervación Simpática. foto de Artur Tumasjan para Unsplash.

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