¿Sabías que la mitad de la población Argentina es hipertensa?
Este problema se da a cualquier edad y se observa que una dieta con alto contenido de sal puede provocar en los niños una presión más alta de la normal y desencadenar en una hipertensión en la adultez.
La solución no es quitar la sal, es decir llevar una dieta hipo sódica. Sino controlar la ingesta y leer las etiquetas de los alimentos que consumimos.
Necesitamos la sal pero en la dosis justa.
Para los adultos: la OMS recomienda consumir un máximo de 5 gramos (un poco menos que una cucharada de té) de sal por día.
Preferentemente sal del Himalaya (sal rosada) ó sal marina. Eso sí, debe ser yodada, es decir «enriquecida» con yodo, lo cual es esencial para un desarrollo sano del cerebro del feto y del niño pequeño así como para optimizar las funciones mentales en general.
El problema con el consumo de sal, está en que más del 70% de la ingesta de sodio proviene de alimentos procesados y ultraprocesados (panificados, galletitas, embutidos, caldos, sopas, enlatados, congelados, quesos, etc).
Este exceso de sal tiene cómo consecuencia enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y cardiopatías coronarias.
Por eso desde Fupremus te invitamos a que mejores tus hábitos alimenticios y los de tus hijos, para prevenir enfermedades cardiovasculares y el paro cardíaco inesperado.